jueves, 14 de febrero de 2008

Carmona y Cadiz

Pues a un mes y algo, de estancia en “las Europas”, ya he visitado 2 lugares además de Sevilla: Carmona y Cádiz, ambos, dentro de Andalucía.
A Carmona fui con Federico (de Brasil), Paty (de Ecuador) y Johanna (de Colombia). Salimos en autobús (2.50 Euros) a las 12:00 del dia y en 40 minutos ya estábamos llegando a Carmona. Un pueblo bastante curioso de entrada porque sólo se veían hombres en la calle, viejitos y jóvenes, pero sólo hombres, sólo caminando por las calles. No sé, tal vez el domingo así se acostumbra en los pueblos. Al llegar, claramente se nota la diferencia con Sevilla, porque sí se ve como un “pueblo” muy andaluz, con casas blancas y tejitas cafés, todas muy cuadraditas y altas.
Este lugar es de importancia turística porque se encuentran vestigios de la cultura romana, de aquellos tiempos de los dioses Attis y Cibeles. De hecho, Carmona es famoso por tener una “necrópolis romana”, la cual, como bien lo interpretan, es “la ciudad de los muertos”, es decir, un cementerio romano con características muy especiales, ya que las tumbas se construían por familia y se acostumbraba que al morir una persona, le hacían su “retrato” en mármol, si era de buena familia, o en piedra si era de la “prole”. Entonces, en el museo de la necrópolis, se pueden apreciar algunas de estas esculturas, ya sea cuerpos o cabezas, porque las enterraban por separado. Aquí les pongo una foto en una tumba.
También en Carmona se encuentra “la puerta de Sevilla” (la que se ve en la foto) y “la puerta de Córdoba”, con grandes murallas de protección, que datan del siglo XV y tenían fines militares de protección, y eran el paso hacia Sevilla y Córdoba.
Para los que quieran pasar un fin de semana en Carmona, hay un hotel antiguo, hermoso, la habitación más sencillita para dos personas cuesta 160 euros, o sea, como 2,600 pesos, y ya si quieren pasar un fin de semana de super lujo, la habitación cuesta 200 euros (3,300 pesos). Nosotros, mejor decidimos tomar el autobús de regreso y dormir en la residencia universitaria.


Y ahora, algo menos cultural, y más reventadillo: Cádiz. Estamos en plena época de carnavales, igual que en Veracruz (obvio, la religión católica rige este tipo de celebraciones), y en Cádiz se vive unos de los carnavales más famosos de Andalucía y de toda España. A Cádiz, nos fuimos en tren a las 9 am. Fuimos Santiago (español), Dina (peruana, esposa de Santiago), Alberto (oaxaqueño), Johanna (la colombiana de todos los viajes y salidas) y pues obviamente yo!. El tren que nos cobró 17.60 euros (de ida y vuelta), hizo aproximadamente 2 horas de recorrido. Durante el cual, nos tuvimos que ir parados la mayor parte del tiempo porque ya toda la gente se dirigía al carnaval, ya unos incluso con sus disfraces puestos, porque en Cádiz, la gran fiesta, es una fiesta de disfraces. Por lo general, llegan grandes grupos de amigos o familiares, todos disfrazados igual. Se pueden ver grupos de caníbales, piratas, pollos, moscas, setenteros, reyes, toreros, muñecos, etc…todos los disfraces que se les puedan ocurrir…ahí los pueden ver. Cádiz es costa, por eso, pudimos también ver el precioso mar Océano Atlántico y en especial, el Golfo de Cadiz, y aunque hacía un poco de frío como para meterse a nadar, de todas maneras no me quedé con las ganas de tocar el agua al menos, para sentir otros mares en las manos…he ahí la foto tan oportuna que tomó Dina.

En la playa, también se pueden observar los clásicos hippies europeos, que deciden acampar ahí, hacer su vida de paso, mientras venden una que otra artesanía y fuman mariguana…tranquilamente, sin que “nadie” los moleste. Y digo “nadie” porque en realidad no está permitido fumar mariguana en la calle, pero habiendo tantos, creo que ya mejor los policías desisten en sus intentos por mantener el orden público. Y además, todos con su rigurosa cerveza “Cruzcampo” de a tres cuartos de litro por cabeza.
Después de estar paseando por el malecón, admirando el mar, bastante tranquilo y azul oscuro, y comiendo el lunch que llevábamos para no gastar tanto en comidas, decidimos irnos más al centro para ir admirando los disfraces y escuchar uno que otro grupo de “chirigotas” que se paran a cantar en las calles. Las chirigotas, son esos grupos grandes (por lo regular de hombres) que llevan instrumentos musicales sencillos, y cantan canciones con letras chuscas que ellos mismos inventan, relacionadas con la política, la religión, las fiestas, en fin, eventos actuales. Cada grupo está conformado por hombres de entre 10 y 20 integrantes, todos disfrazados igualito, de acuerdo al tema de su canción, de verdad que se escuchan muy bien y toda la gente los rodea para divertirse con sus canciones. Estos grupos son tan famosos y tan tradicionales que cada año se organizan concursos de chirigotas en los teatros de las ciudades, en Carmona por cierto, tuvimos oportunidad de ver a 2 grupos de estos, y ya me estoy declarando fan de las chirigotas!!!
Total, que como éramos los únicos raros en la fiesta, porque no llevábamos disfraces, decidimos improvisar algunos atuendos sencillos y nos convertimos: Johanna en muñeca, Santiago en gato, Dina en aborigen peruana, Alberto en Dalí-mexicano y yo, en gitana…ahí está la foto para que vean qué bien nos caracterizamos con 2 simples pinturitas que llevaba yo. Así al menos, ya encajábamos un poco más en la fiesta del carnaval.

1 comentario:

Unknown dijo...

saca el disfraz improvisado, en fin, que bueno que te la pasas bien, pero.. cuéntanos como te va en la escuela... queremos FOTOS!! y que pasó con las chicas en cadiz... exigo una investigación rigurosa que nos diga medidas exactas... de las calles claro donde estén las chicas tomando el sol, o algo asi.

Nótese que chicas buenas.. no vayas a pensar mal.

Saludos que te la pases bonito