miércoles, 4 de marzo de 2009

De regreso...

Cuántos días, cuántos meses dejamos de escribir lo que nos acontece. Cuánto dejamos pasar, creyendo que será la forma de “recuperarnos”, de “reconocernos”. Cuánto hemos desaprovechando en compartir con otros nuestras propias experiencias, las que a veces creemos que sólo nos ocurren a nosotros y a nadie más. Las que creemos que no encontrarán igual.
Cuántos caminos recorridos han quedado sin contarse, incluso los de regreso. Pero me disculpo y continúo. Compartir esta experiencia de vida con ustedes, me ha llenado a mí de grandes satisfacciones y también, de grandes recuerdos, de momentos que nunca pasarán de moda para contarse.
Vuelvo entonces hoy, que ya ha pasado casi un año, vuelvo a compartir, a estrechar mis dedos al ciberespacio, a arrojar las ideas de mis conexiones sinápticas, a desahogar los sentimientos más míos. Vuelo a intentar hacerte sentir un poco, no de mí, ni de mi vida, sólo sentir, de ti, de tu alrededor, de tu vida, de tus ojos, de lo que quieras sentir...

miércoles, 19 de marzo de 2008

Otro país europeo: Italia

Me decidí prácticamente de un día para otro. Tenía que visitar otro país de Europa y elegí Italia. Al principio me llamaba la atención ir a Roma, por ser uno de los lugares más visitados por los turistas, pero después, me atrajo algo diferente, algo que jamás podría ver nuevamente, sobre todo por su peligro constante a desaparecer entre el agua: Venecia.
Me fui un jueves a las 5 am a esperar un taxi que me llevaría a la parada del autobús para llegar al aeropuerto de Sevilla. La verdad, iba nerviosa, viajé sola, a un país que en mi vida había visto antes, con idioma diferente y además, esperando que todas las reservaciones de avión y hotel, siguieran vigentes, sobre todo por no estar acostumbrada a manejar todo por internet (la desconfianza mexicana del internet). Pero todo salió bien, mi vuelo estaba comprado, subí al avión, emocionada, viendo por la ventanilla nuevos territorios, nuevos países…y al final: Venecia!. El aeropuerto está lejos de la ciudad, por lo que tomé un autobús que me llevaría a la Piazza le Roma, desde donde tendría que tomar en vaporetto (o sea, el autobús acuático), para llegar, preguntando, al hotel . Todo me salió bien, aunque orientarse en una ciudad donde lo que ves es un gran canal de agua, rodeado de lado y lado por grandes palacios, es en realidad algo que hipnotiza y te olvidas de a dónde ibas. El hotel, creí que estaba abandonado, era un edificio alto, con la fachada descompuesta (que en realidad así se ve en general todo Venecia), y de momento pensé que tendría problemas porque me imaginé que iba a tener que buscar otro hotel. Pero no, toqué el timbre y se escuchó que el seguro de la puerta de destrabó. Era una puerta enorme de madera, muy pesada, que rechinaba al abrirla…en efecto, ¡como de película de terror! En fin que con mi español lento y el italiano claro del recepcionista, me asignaron mi cuarto, el 310. Tercer piso, sin elevador y a subir con la maleta por pasillos estrechos con escaleras…y de pronto…oscuridad total. Se apagó la luz, y mi corazón empezó a latir muy fuerte, no sé si del cansancio de subir con la maleta, pero más bien creo que se me combinó con el nervio de no saber para dónde subía, hasta que encontré un apagador y lo encendí. Gracias a eso, mi corazón dejó de latir tan rápido. Caminé por otros pasillos hasta llegar a mi habitación, la cual, por cierto era bastante modestita, 2 camas individuales, un buró pequeño, un closet que al abrirlo salió polvo y una ventana vieja, que cuando la abrí salieron muchos animalitos “de humedad” como les dicen en mi pueblo, pero en fin!...era mi cuarto por 2 noches, y tuve que adaptarme a subir y bajar, tranquilizando los nervios que las películas de terror dejan en la cabeza. Aquí está una foto de la puerta de entrada y el nombre del hotel “Collegio Armeno Moorat Raphael”
Saliendo a la calle, abordando el vaporetto, todo empezó a ser diferente, hermoso. Tanta agua, como bien lo imaginaba, sí influye sobre el ánimo, sobre la sensibilidad, y en realidad me sentía muy relajada. Sin prisas y con pausas, caminaba por las calles, asombrándome de cuanto paisaje veía, tomando fotos de todo lo que me quería llevar de ahí. Dándome el tiempo de observar, de escuchar, de sentir el sol, el viento frío y de probar los helados maravillosos que hacen allá.
Venecia es una ciudad 100% turística, se ven muchos japoneses, españoles, franceses y muy pocos latinos. De hecho a mí me confundieron con española y con cubana. En general, los italianos son muy amables, todos son muy sonrientes y parece que los latinos les agradamos porque yo sólo recibí buenos tratos y muchas sonrisas. La artesanía que más venden son joyas y accesorios de cristal murano y cientos de diseños de máscaras de todo tipo, que se usan en los carnavales, que son de los más famosos del mundo por su vistosidad. Hay muchos artesanos que se dedican a fabricar las máscaras, de todos colores, diseños y en realidad, muy vistosas y hermosas. He aquí una foto de una de las tantas vitrinas que invitan a quedarse parado frente a ellas un rato para no perder detalle de una sola máscara.
La comida, bebida y en general, todo, es carísimo. Por ese lado, sentí que extrañé Sevilla. Pero por supuesto, no pude evitar comer pizza, espagueti, helado, vino tinto, vino blanco y vino caliente. No podía irme de Venecia y decir que no había probado sus especialidades. Así que cumplí. En realidad, he de confesar que me gusta más el espagueti de mi mamá, y la pizza, es mejor que la de Domino´s, pero tampoco fue una cosa extraordinaria. Lo que sí son buenísimos son los helados, y son más baratos que todo lo anterior (1.50 euros), por eso, tuve que optar por llenarme de helado para no quedarme con hambre. Lo que también es riquísimo, es el vino caliente, que de momento no se antoja probar, pero una vez que le das el traguito…se siente tan bien en la garganta, que apetece seguirlo tomando, solo que el minivasito cuesta 2 euros.
En general, cualquier foto que se tome en Venecia, sale bien. Todas parecen escenas de película o sacadas de un póster. Desde las calles angostas, las góndolas, hasta los palacios y los pequeños puentes. A diferencia de lo que pudieran pensar muchas personas sobre Venecia como una ciudad muy romántica, a mí en realidad me dio la impresión de ser melancólica, incluso un poco oscura. Hay partes, en las que parece que todo está a punto de desbordarse en el agua. Se ven muchas fachadas antiguas, deterioradas por la humedad y llenas de musgo. Sin embargo, eso también la hace especial.
Tampoco pude perderme un paseo en góndola, que aunque caro, repartiéndome el costo con un grupo de chicas españolas que encontré ahí, porque el paseíto de media hora (que en realidad son 20 minutos), cuesta 60 euros. Si creen que los gondoleros (los que conducen la góndola) cantan, pues están equivocados, no cantan. Sólo van comentando sobre algunas de las casas que se ven durante el trayecto, la casa de Cassanova, la de Marco Polo, los teatros, etc.
En fin, fue un viaje muy bueno, lleno de nuevas experiencias, de abundancia, de tranquilidad, de descanso y de asombro constante.








miércoles, 27 de febrero de 2008

La UPO, mi escuela

Bien, pues para no olvidar el motivo de este viaje, contaré un poco sobre la escuela. Para los que no lo saben o no lo tienen muy claro, les explico. Estoy estudiando un Máster Oficial con acceso a Doctorado en ‘Ciencias Sociales aplicadas al Medio Ambiente’ en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Sevilla. (Foto que presento, bajada del Google)
Este programa pertenece al nuevo sistema de créditos europeo y tiene mención de calidad por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). El máster comenzó a distancia desde noviembre del año pasado. En ese periodo on-line abordamos los fundamentos de diversas ciencias sociales aplicados al medio ambiente, como la psicología, antropología, economía, geografía y sociología. Ese módulo terminó y en enero comenzó el periodo presencial, que terminará el 30 de abril. En este periodo, cursaré 19 cursos de 12 horas cada uno (algunos que incluyen práctica son 20 horas) y para obtener el título de Máster, debo presentar un proyecto de investigación cuya fecha límite es en septiembre y que debe ser la vía para acceder al Doctorado. El proyecto que hay que entregar será 100% teórico, pero ya deberá incluir el contexto donde se quiera desarrollar y sobre todo, el marco teórico y metodológico con que se quiere dar respuesta a la pregunta de investigación. No me voy a poner a escribir tanto de mi proyecto en este sitio, pero sí les digo que en general, me interesa conocer las representaciones ambientales (interpretación, percepción, acción) de la gente de las comunidades que están recibiendo el pago por servicios ambientales en México, es decir, que reciben un pago por conservar sus bosques y selvas.
Total que una vez que sea Máster, tendré que echar a andar mi proyecto ya en campo y con gente de verdad, y seré doctora, pues cuando termine el trabajo de campo, el análisis de los datos y presente mi súper tesis…o sea, como en 3 años! Pero en fin…lo importante para mí ahora, no es el título sino todo lo que estoy aprendiendo tanto académicamente, como en la vida personal.
Pero como solo hablaré de la escuela, les contaré que he tenido cursos desde muy interesantes, hasta muy aburridos, o sea, como en todas las escuelas. Para darles un ejemplo, les contaré por ejemplo del primer curso que tuvimos llamado “espacio, tiempo, territorio y paisaje”. Fue una sesión tan pero tan intensa con el maestro que abordó el tema de "el tiempo", que todos quedamos maravillados con su forma de analizar y desglosar eso que a todos nos une, nos preocupa, nos rige y nos hace vivir: el tiempo. Entre tantas cosas, nos habló de la “temposensitividad” que tiene que ver tanto con los estados de ánimo de acuerdo al tiempo climático, hasta los cambios de humor cuando son fechas de importancia religiosa o de celebración social, como la semana santa, la navidad, la fiesta de algún santo, etc. Es decir, que la temposensitividad es la forma de sentir el tiempo, la manera en que íntimamente lo consideramos, experimentamos y lo asimilamos en nuestro propio ritmo interior de sentir, amar, crear, etc. Ufff…"alucinante!!" como dijera un compañero español de mi salón.
En otros cursos, los temas que se han abordado han sido sobre lo típico y obligatorio en estos tiempos: recursos naturales-economía, cambio climático (¿existe o no?), desarrollo vs. crecimiento, medios rurales y medios urbanos, etnobotánica, etc. Que por cierto, los maestros han sido también de todo tipo, desde los más conservadores y rígidos, hasta los más alivianados y relajados. Pero eso sí, la mayoría permiten que haya diálogo, participación y aceptan críticas o simplemente respetan la divergencia de opiniones. Eso sí lo he notado diferente respecto a México, que aquí muy poca gente se queda callada o se aguanta de decir que no le gusta algo, eso me gusta, siento más libertad académica, aunque me han hablado de que esto solo ocurre en niveles de posgrado, porque a nivel licenciatura es otro rollo!
Hubo otro curso que en lo particular me han dejado huella, el curso se llamó “incidencia del ser humano en el medio”, el maestro que venía de la Universidad Autónoma de Madrid, hizo tan didáctica y entretenida la clase, que ni cuenta nos dimos que su presentación de 6 horas, contuvo alrededor de 200 diapositivas que ni las sentimos!. El caso es que después de hablar de la historia del ser humano sobre la tierra y abordar cuestiones de “culturilla general” como le llamaba el profesor, al final, terminamos hablando de ¿a dónde queremos ir? y ¿cómo caminamos hacia allá?, o sea, refiriéndose y citando al mismo Buda, quien dijo que “nada es constante, excepto el cambio”, y haciendo unas reflexiones muy profundas sobre el ser, los cambios en la vida, la capacidad de recuperarse de un estado de perturbación (a lo que se conoce como “resiliencia”), todo enfocado claro, al socioecosistema, a los sistemas que rigen la sociedad, al desarrollo sustentable (por cierto, ¿existe?), pero todo visto desde el punto individual del ser, de darse la oportunidad de percibir la perturbación como una oportunidad para cambiar, de que el mayor riesgo es no arriesgarse, de atreverse a hacer grandes cambios en nuestras vidas, pero para eso, haciendo primero pequeños cambios a la misma. Él hablaba de que esos pequeños cambios los podemos hacer no metiendo 'caballos', sino 'ratones' troyanos a nuestra vida, ya que sólo así se podrán abrir ventanas de oportunidad que nos permiten entonces reorientar nuestra vida hacia donde queramos ir. En fin, eso también estuvo alucinante!! porque finalmente, reafirmo que todos los cambios que queramos hacer en nuestro entorno, dependerán de los cambios que hagamos al interior de uno mismo, y todo esto se traduce en todos los ámbitos de nuestra vida: en lo académico, lo profesional, personal, familiar, en pareja, etc. etc. etc…
Y total…que ya para no marearlos, termino citando a Marcel Proust para reflexionar un poco: “Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”
Y ya para finalizar, les comparto una foto donde estamos analizando las clases en un ambiente más relajado en un bar muy sevillano. Los de la foto son mis compañeros de clase, más otros que faltaron, pero ahí aparecemos, en orden de izquierda a derecha: Santiago (Español de Castellón), Frederico (Brasileño), Alberto (Oaxaqueño), Renate (Alemana), yo (Xalapeña), Beatriz (Sevillana), Aurelio (Español de Huelva), Jóse (Sevillano) y Dina (Peruana).

jueves, 14 de febrero de 2008

Carmona y Cadiz

Pues a un mes y algo, de estancia en “las Europas”, ya he visitado 2 lugares además de Sevilla: Carmona y Cádiz, ambos, dentro de Andalucía.
A Carmona fui con Federico (de Brasil), Paty (de Ecuador) y Johanna (de Colombia). Salimos en autobús (2.50 Euros) a las 12:00 del dia y en 40 minutos ya estábamos llegando a Carmona. Un pueblo bastante curioso de entrada porque sólo se veían hombres en la calle, viejitos y jóvenes, pero sólo hombres, sólo caminando por las calles. No sé, tal vez el domingo así se acostumbra en los pueblos. Al llegar, claramente se nota la diferencia con Sevilla, porque sí se ve como un “pueblo” muy andaluz, con casas blancas y tejitas cafés, todas muy cuadraditas y altas.
Este lugar es de importancia turística porque se encuentran vestigios de la cultura romana, de aquellos tiempos de los dioses Attis y Cibeles. De hecho, Carmona es famoso por tener una “necrópolis romana”, la cual, como bien lo interpretan, es “la ciudad de los muertos”, es decir, un cementerio romano con características muy especiales, ya que las tumbas se construían por familia y se acostumbraba que al morir una persona, le hacían su “retrato” en mármol, si era de buena familia, o en piedra si era de la “prole”. Entonces, en el museo de la necrópolis, se pueden apreciar algunas de estas esculturas, ya sea cuerpos o cabezas, porque las enterraban por separado. Aquí les pongo una foto en una tumba.
También en Carmona se encuentra “la puerta de Sevilla” (la que se ve en la foto) y “la puerta de Córdoba”, con grandes murallas de protección, que datan del siglo XV y tenían fines militares de protección, y eran el paso hacia Sevilla y Córdoba.
Para los que quieran pasar un fin de semana en Carmona, hay un hotel antiguo, hermoso, la habitación más sencillita para dos personas cuesta 160 euros, o sea, como 2,600 pesos, y ya si quieren pasar un fin de semana de super lujo, la habitación cuesta 200 euros (3,300 pesos). Nosotros, mejor decidimos tomar el autobús de regreso y dormir en la residencia universitaria.


Y ahora, algo menos cultural, y más reventadillo: Cádiz. Estamos en plena época de carnavales, igual que en Veracruz (obvio, la religión católica rige este tipo de celebraciones), y en Cádiz se vive unos de los carnavales más famosos de Andalucía y de toda España. A Cádiz, nos fuimos en tren a las 9 am. Fuimos Santiago (español), Dina (peruana, esposa de Santiago), Alberto (oaxaqueño), Johanna (la colombiana de todos los viajes y salidas) y pues obviamente yo!. El tren que nos cobró 17.60 euros (de ida y vuelta), hizo aproximadamente 2 horas de recorrido. Durante el cual, nos tuvimos que ir parados la mayor parte del tiempo porque ya toda la gente se dirigía al carnaval, ya unos incluso con sus disfraces puestos, porque en Cádiz, la gran fiesta, es una fiesta de disfraces. Por lo general, llegan grandes grupos de amigos o familiares, todos disfrazados igual. Se pueden ver grupos de caníbales, piratas, pollos, moscas, setenteros, reyes, toreros, muñecos, etc…todos los disfraces que se les puedan ocurrir…ahí los pueden ver. Cádiz es costa, por eso, pudimos también ver el precioso mar Océano Atlántico y en especial, el Golfo de Cadiz, y aunque hacía un poco de frío como para meterse a nadar, de todas maneras no me quedé con las ganas de tocar el agua al menos, para sentir otros mares en las manos…he ahí la foto tan oportuna que tomó Dina.

En la playa, también se pueden observar los clásicos hippies europeos, que deciden acampar ahí, hacer su vida de paso, mientras venden una que otra artesanía y fuman mariguana…tranquilamente, sin que “nadie” los moleste. Y digo “nadie” porque en realidad no está permitido fumar mariguana en la calle, pero habiendo tantos, creo que ya mejor los policías desisten en sus intentos por mantener el orden público. Y además, todos con su rigurosa cerveza “Cruzcampo” de a tres cuartos de litro por cabeza.
Después de estar paseando por el malecón, admirando el mar, bastante tranquilo y azul oscuro, y comiendo el lunch que llevábamos para no gastar tanto en comidas, decidimos irnos más al centro para ir admirando los disfraces y escuchar uno que otro grupo de “chirigotas” que se paran a cantar en las calles. Las chirigotas, son esos grupos grandes (por lo regular de hombres) que llevan instrumentos musicales sencillos, y cantan canciones con letras chuscas que ellos mismos inventan, relacionadas con la política, la religión, las fiestas, en fin, eventos actuales. Cada grupo está conformado por hombres de entre 10 y 20 integrantes, todos disfrazados igualito, de acuerdo al tema de su canción, de verdad que se escuchan muy bien y toda la gente los rodea para divertirse con sus canciones. Estos grupos son tan famosos y tan tradicionales que cada año se organizan concursos de chirigotas en los teatros de las ciudades, en Carmona por cierto, tuvimos oportunidad de ver a 2 grupos de estos, y ya me estoy declarando fan de las chirigotas!!!
Total, que como éramos los únicos raros en la fiesta, porque no llevábamos disfraces, decidimos improvisar algunos atuendos sencillos y nos convertimos: Johanna en muñeca, Santiago en gato, Dina en aborigen peruana, Alberto en Dalí-mexicano y yo, en gitana…ahí está la foto para que vean qué bien nos caracterizamos con 2 simples pinturitas que llevaba yo. Así al menos, ya encajábamos un poco más en la fiesta del carnaval.

miércoles, 23 de enero de 2008

Contrastes...

Resulta interesante que a medida que paso más tiempo aquí, voy encontrando más diferencias de palabras, significados, actitudes, etc. bien diferenciadas a lo que conozco de México.
Por eso, esta entrada la voy a dedicar a describir unas de las diferencias más cómicas, extrañas y curiosas que he encontrado por acá.
1.-La palabra “culo”. La palabra “culo”, es de lo más normal decirla por aquí, “el trasero”, “las nalgas”, “las pompas” para nada se dice aquí, desde el maestro de aerobics, hasta los profesores de la clase, conocen al “el trasero” o todo lo que tenga cola, como “el culo”. Palabra que en México, se escucha bastante grotesca y hasta vulgar. Por eso, cuando a mí me han preguntado si “me duele el culo” por los ejercicios que estoy haciendo en el gimnasio, no puedo evitar sentirme apenada, “chiveada” por escuchar eso y sobre todo por yo misma decir: “si, me duele el culo”.
2.-Algo que en lo personal me ha asombrado mucho, es que en la escuela venden cerveza y vino!!!, y los estudiantes libremente pueden estar desayunando o comiendo con su cerveza “Cruzcampo” o su “tinto de verano”. Algo que en las universidades de México es totalmente reprobable, vaya! Ya ni con aliento alcohólico pueden llegar los estudiantes a la clase, porque en algunas escuelas hasta es motivo de expulsión o suspensión. Aquí les presento una foto del menú de la maquinita de la cafetería, donde está la opción “cerveza 0.75 céntimos”, o sea , como 12 pesos el vaso.
3.-La basura aquí, es totalmente diferente a la mexicana. Pasado el día de reyes, pude ver fuera de los cajones rebosantes de basura, un montón de juguetes “viejos” que harían felices a tantos niños de por allá: muñecos de peluche en buen estado, cajitas musicales, triciclos, juguetes didácticos…en fin!!...tanta fue mi impresión que ya parecía pepenadora viendo qué encontraba en la basura, y como me empezaron a ver raro, pues ya mejor tuve que seguir mi camino. La basura de adultos que he podido observar son: televisiones, DVD´s y colchones, que en realidad, en México no serían basura, sino una fuente de ingreso para poder por ejemplo vender el colchón, o bien, serían elementos para almacenar en el cuarto de los “cachivaches” , donde está la tele que no se oye, el DVD que se atora, la video que enreda las cintas, la grabadora que no prende…etc., todo aquello que no sirve, pero que tampoco mandamos a arreglar y lo guardamos porque simplemente es algo muy caro como para tirarlo a la basura…pues aquí, sí se tira.
4.-Siguendo con las palabras diferentes, cuando fui al gimnasio, escuchaba entre la música y los sonidos de las pesas, que el profesor de aerobics gritaba la palabra “agujetas”, yo supuse que a alguien se le habían desatado, incluso revisé mis tenis, pero estaban bien, y opté por simplemente seguir haciendo ejercicio. Al otro día, en el salón de clases, me dice una compañera “¿qué tal las agujetas?, duele, ¿no?”…mmhhh, de momento no entendí nada de lo que me dijo pero segundos después, mi cabeza relacionó la palabra “agujetas” con la palabra “aguja” y con el dolor que se siente en las piernas después de hacer ejercicio, o sea, el “estar envarado”, fue entonces que comprendí esa palabra y pude caer en cuenta de que aquí “tener agujetas” es “estar envarado”. Después, me dio todavía más risa, saber que hace tiempo aquí pasaron la telenovela de “Agujetas de color de rosa” y entonces después de explicarle a un compañero, lo que en México son las “agujetas”, le pregunté qué había entendido por ese título de la novela. Me dijo que como la protagonista era patinadora, él se imaginaba que tenía “agujetas” por patinar (o sea, dolor), y al preguntarle sobre el “color de rosa” me dio que simplemente creía que eso era porque la chica, estaba “mona” (bonita) . Yo no pude evitar soltar la carcajada, pensando que este muchacho, siempre había entendido que “Agujetas de color de rosa” significaba “Una chica bonita envarada”.
5.-Los andaluces, tienen fama de fiesteros, alegres, sociables, y además, flojos. Son la burla de otros lugares porque siempre buscan la hora del “cafelito” (cafecito), la “pausita” (receso en clase) y la hora de la siesta. La cual, no pueden dejar pasar por nada del mundo. Por eso es que en la tarde, todas las tiendas cierran entre 2 y 4 o 5 de la tarde, porque deben estar tomando la siesta, y por lo que cuentan, hasta a los niños se les “obliga” a dormirse, aunque no tengan sueño, para que así dejen dormir a los papás. Para tomar la siesta, hay una forma que me han platicado que se llama “mesa camilla”, esta forma de tomar la siesta, consiste en que debajo de la mesa del comedor, que debe tener un mantel largo y grueso, se pone un calentador (claro en época de frío), entonces, la familia se sienta en un sofá o sillón que colocan pegado a la mesa, de tal forma que el mantel, sirve de cobija y todo el calor que se genera de debajo de la mesa, calienta a todos…así que el mantel aquí sirve tanto para la mesa, como para calentar el cuerpo. Mi compañera de departamento, que es de un pueblo de Córdoba, usa esta “mesa camilla” y aquí les presento la foto de la mesa con el calentador abajo…que la verdad sí se siente rico!.
6.-Otra palabra que usada para todo, es “coger”, cogen el autobús, cogen dinero, cogen ofertas, cogen estudiantes, cogen ejemplos, cogen enfermedades, cogen todo!!!...y pues en México…ya sabemos que esa palabra no es usada precisamente para todo…para lo que se usa solamente es para lo que los españoles le llaman “follar”. Entonces, se vuelve algo muy chistoso estar escuchando a un profesor hablando de que “coge una muestra representativa…” o cosas así!.
7.-Y ya finalmente, otras palabras usadas por acá, “copistería” para referirse a un lugar donde sacan copias, “gambas” para decir “camarones”, "agua descontaminada", para decir "agua purificada"…entre otras diferencias, que iré descubriendo y contándoles.

domingo, 13 de enero de 2008

Primera semana de clases...

Comenzaron las clases, he conocido ya a todos mis compañeros de clase (en total somos como 16), los cuales somos de chile, mole y manteca. Los hay de Brasil, Alemania, Italia, Perú, España, y yo, la única mexicana. En cuanto a profesiones, igual habemos de todo un poco, ambientólogos, pedagoga, lic. en ciencias sociales, antropólogos, y hasta un músico, y yo, pa variar!, la única bióloga!.
La universidad es grande, tiene aproximadamente 15 edificos de clase y oficinas. Tiene un banco en su interior y 2 cafeterias, aparte está el edificio del Rectorado. Cuenta también con un edificio de laboratorios de química, física, biología, etc. Aquí a la izquierda hay una foto de la vista que tengo desde el edificio donde tomo clases.

Esta universidad es la segunda más grande de Sevilla, y a pesar de que apenas tiene 10 años de iniciada, cuenta ya con reconocimiento local y sus programas tienen la Mención de Calidad del Ministerio de Educación y Cultura de España....a ver "sicierto".

El autobús tarda aproximadamente 10 minutos en llegar, pero hay que estar en la parada unos 10 minutos esperándolo, y si pasa lleno, no te sube!. No es como en México que hacen que quepamos todos, para que nadie llegue tarde!, ni modo, aquí los apretujones, no existen.

Por ahora, llevaré clases de 10 a.m. a 1 p.m. y de 4 a 7 pm, aunque no todos los días tengo clase mañana y tarde, esto depende de las materias que hayamos elegido.
La escuela también cuenta con un gimnasio grande, al cual por supuesto ya me fui a inscribir, por 44 euros 3 meses de clases. Iré a clases de 8 a 9 pm, y a ver qué tal se ponen los ejercicios, o más bien, a ver qué tal me pongo yo.

En fin...se ha estado haciendo un buen ambiente escolar, con buenos compañeros de clase, en una buena escuela, con buenos maestros hasta ahora, y con buen clima! frío frío!, todo parece indicar que las cosas van por buen camino.

Y hoy, que es domingo, y que en México se dejan los domingos para las compras del supermercado, el cine, el café, el restaurant, etc...aquí, está toooodo cerrado, al menos lo que está cerca de la residencia. El cine tampoco abre hoy y pues prácticamente es una obligación quedarse en casa...aunque ya depende del espíritu aventurero de cada quien.

Y ya para despedirme, aquí les presento una foto del Río Guadalquivir de cerquita, el mismo de la foto del avión, pero ahora, en tierra.

domingo, 6 de enero de 2008

Los Reyes Magos

Aquí parece que es una fiesta muy importante la llegada de los reyes magos. Incluso hasta hacen un desfile, que llaman “la cabalgata de los reyes magos”. Se trata de un desfile estilo carnaval de Veracruz, pero sin tanto baile y música, donde arreglan carros alegóricos en los que van niños y adultos disfrazados de diferentes personajes famosos (Harry Potter, piratas, Don Quijote, etc.) y además, un carruaje especial para cada rey mago, quienes en esta ocasión fueron caracterizados por importantes empresarios de Sevilla y que van acompañados de sus pajecillos. Todos los carruajes avientan dulces de a montón, en realidad es impresionante la cantidad de caramelos que se ven volando. Tantos son, que la gente ya muchas veces ni los recoge, creo que es más la emoción de sentir el golpe del dulce en la cara, que el recogerlo o incluso, comerlo.

También marchan jovencitos que pertenecen a bandas de música, con tambores y trompetas, muy uniformados ellos y muy derechitos todos.

Ayer, mi amiga colombiana Johanna y yo, estuvimos esperando el desfile por aproximadamente 1 hora, mientras la calle de la Plaza de la Magdalena se llenaba de sevillanos, que a pesar del frío, se veían contentos esperando la cabalgata. Para divertirnos un poco más, Johanna y yo le pusimos el toque latino a la cabalgata y decidimos mejor aventar nosotras los dulces a los carros de policía, bomberos, ayuntamiento y demás carros que también pasaban intercalados entre los carruajes del desfile. Gente muy solemne que iba cumpliendo su labor, pero que al recibir el dulzazo en la cara, no podían evitar aventarnos una sonrisa, aunque algunos de plano se desconcertaban y otros, hasta como que se enojaban, pero igual, nosotras seguíamos disfrutando el momento. Fue muy divertido estar ella y yo, de reinas magas.

Al final del desfile, las calles, los zapatos y las llantas de los carros quedan llenas, atascadas de caramelo, lo bonito es el olor que se desprende, pero lo raro es ver tanto dulce no recogido del suelo, ni modo, habemos muchos a los que no nos gustan los caramelos.
Hoy, que ya han llegado los reyes magos a repartir los juguetes a las casas, se ven los tambos de basura llenos de empaques de los mismos y también muchos niños jugando con ellos en las calles. Es bonito descubrir que las ilusiones que yo tuve de niña en México, aquí también existen, que en general, las ilusiones existen, a pesar de las diferencias, la distancia y el tiempo.